lunes, 18 de diciembre de 2017

Think of me

Think of me
Think of me fondly
When we've said goodbye
Remember me
Once in a while
Please promise me you'll try



Sostenía una carta manuscrita con una caligrafía impecable, plasmada en un papel de aspecto añejo, la tinta negra siendo atacada ferozmente por las lágrimas que escapaban de su rostro y se abalanzaban hacia las letras indefensas. Las manchas de café en las esquians de la hoja solo reforzaban el dolor que sentía.


Con el dorso de su mano trató de limpiar su rostro. A lo lejos, un relámpago iluminaba el cielo de media tarde, y pocos segundos después, vino el trueno.

En su mano izquierda, debajo del papel amarillento, había uno lívido, con letras impresas. Un saludo formal, y un logotipo con un escudo de armas bastaban para informar que no serían buenas noticias.

Habían entregado las cartas juntas.


Recall those days
Look back on all those times
Think of the things we'll never do
There will never be a day
When I won't think of you



 Ella nunca entendió su decisión. Nunca la aceptó. Eso no cambió el resultado. Pensó en todas las promesas, las lágrimas, las alegrías, los regalos, en todo lo que paso´en su relación. En que nada lograba cambiar sus opiniones. Ni siquiera el amor profundo que sentían el uno por el otro.

Otro relámpago, otro trueno.

No tenía que leer la carta blanca para saber qué decía. Pero sentía la necesidad de hacerlo. De entender por qué ella. Por qué a ella, específicamente.


Flowers fade
The fruits of summer fade
They have their seasons
So do we
But please promise me that sometimes
You will think of me



Un último trueno, y una rápida sucesión de gotas gigantes y  gélidas cayeron sobre la calle, y sobre ella. Miró al cielo, desconsolada. Entendió que lloraba con ella.

Buscó un techo bajo el cual refugiarse, abrió la carta blanca, y confirmó sus sospechas.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Después de ti, ninguna.

Después de ti, tantas
Como tú, ninguna
Ni su cabello, ni su piel
Ni sus labios
Menos
Su actitud.

De las tantas bocas que he probado
Solo una se parece
Por la pasión
Con que mueve sus labios

Después de ti, tantas
Como tú, ninguna
-Ni más faltaba-
Quizá sea mejor así
Que te quedes
En la distancia
Bien, bien lejos de aquí
Muy lejos de casa.

Después de ti, tantas.
Como tú, ninguna.
Ni su cabello, ni su piel
Ni sus labios.
Menos
Mi actitud.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Un sueño, sí.

Tu cabello cae en flecos de caos aparente y orden intrínseco. El dorado y el negro enmarcan tu rostro bronceado y tus ojos oscuros.

Tu camisa blanca, la mía, perdida.

La ambrosía en las venas, Morfeo jugando. Tú preguntas, yo respondo. Y entre preguntas, nos envalentonamos. Con el coraje del deseo, nos miramos. Somos conscientes de qué va a pasar, y no queremos evitarlo. ¿Está mal? Sin dudarlo. Pero por la promesa del placer, nos perdemos en el momento.

Ignoramos la mirada curiosa que se torna aterrada. Por ella estamos aquí. Habíamos olvidado que estaba.

Te sientas a mi lado, casi pidiendo permiso. Te levanto y lo concedo. Ahora pregunto yo, y mi respuesta es un beso.

Tu boca pronto se abre en sorpresa, y tu voz pasa a ser un tono más agudo. El sudor de los cuerpos se mezcla, y nuestra respiración se agita. Beso tus labios, tu cuello, y me pierdo en el olor de tu cabello.

Eres tú, y soy yo. Momento único, irrepetible. Seres dispares moviéndose al son del deseo, del corazón.

Unidos, hasta que no podemos más. Unidos, hasta sentirnos estallar.

Un sueño, sí. Pero era tan real...

Un sueño, sí. Un sueño, nada más.

jueves, 9 de febrero de 2017

Adiós.

Bien decía Shakespeare,
es un viaje del que no regresas
No lo hizo Hamlet, ni lo haré yo;
tampoco Julieta.

Así, a lo lejos, te vas, como se fue él,
como ella también se irá
Tristemente -y es verdad- ni el heroísmo
(ni la muerte) tienen edad.

Así te vas, así te fuiste,
con un soplo de aire
en un día triste

A pesar del calor,
A pesar de las llamas,
Veo gotas de agua
Llamando en las ventanas.

Ni poemas ni canciones hacen justicia

A la triste sorpresa de tu partida. 

miércoles, 11 de enero de 2017

Testamento

Si estás leyendo esto, lo más seguro es que sepas quien soy. Es probable que yo no sepa quién eres, pero confío en que seas tú. Si no sabes quién soy, quizás pronto lo sepas.

Pero comenzar una presentación como se debe está muy visto.

Puedo decir que no nací donde crees que lo hice, sino mucho más cerca de lo que te gustaría. Quizás demasiado. Casi a tu lado.

No sé cuánto tengo. Quizás la misma edad que tú. Mi padre trabaja con el tuyo, y mi madre con la tuya. Creo que también comparten edades. ¿Y cómo estoy tan seguro si te dije que probablemente no sabía quien eras? Simplemente lo estoy. O quizás mentí antes. Quizás estoy mintiendo ahora. Quizás no. Pero, ¿qué más da?

También estoy seguro que así como trabajan juntos, nuestros padres morirán juntos; al igual que nuestras madres. Con algo de suerte, igual a nosotros mismos. Con un poco de infortunio, sin embargo, creceré más que tú, y seré eterno; o al menos, viviré mucho más.

Pero así son las cosas.

Suelo caminar a tu lado, ¿sabes? Antes jugabas conmigo. Hoy me ignoras de una forma dolorosa. Desde hace varios años, al menos. ¡Y si supieras qué tanto tengo para contarte! ¡Pero ni siquiera me miras! No... Hace años no lo haces.

Lo peor de todo el asunto es que casi siempre estamos juntos. Sólo en las noches más oscuras nos separamos. Me gusta volver a mi casa de vez en cuando. Las noches, en su calma -que es más fama que otra cosa, ¡habrase visto momento más activo que la noche!- me relajan y me permiten descansar. Trabajar contigo es duro, ¿sabes? Más estos últimos años.

Has subido de peso. No poquito, precisamente. Todos lo sabemos. Tus padres lo saben, y no te dicen nada porque se han rendido. Tus amigos lo saben, y no te dicen nada, porque no es su problema. Tu pareja lo sabe, y se ha propuesto dejarte por eso. Pero es mi deber decirte. Y ya que estamos, tampoco te queda bien tu nuevo corte de cabello. ¿En qué estabas pensando? ¿Sabes por qué soy yo quien te dice todo esto? ¡Porque me afecta! ¡Me afecta mucho! Y si sigues como vas no tienes tres años más de vida.

Pero eso ya te lo dijo tu mejor amiga. Ya te lo dijo tu pareja. Ya te lo dijeron tus padres. Y si ya te lo dijeron todos ellos, y no hiciste caso, ¿qué me vas a escuchar a mí, que sólo soy tu sombra?

viernes, 6 de enero de 2017

Tú, aquí y ahora

Con la gracilidad del viento se mueve tu cabello
De aquí para allá, oscuro pero radiante;
Contrastando con tus labios, esbozo casi perfecto
De una luna creciente -tu sonrisa fulgurante.

De tus ojos es mejor no hacer comentarios
Profundos y amorosos, ninguno les haría  justicia
Pero no me es posible mencionarlos
sin soñar con tu mirada en la mía

Y tu nariz, preciosa aunque no te guste
Completa el que a mis ojos es el rostro más dulce
Y aunque jures que no sabes cantar
Tu voz a mí me hace suspirar. 

Y aunque ya hablé de tu sonrisa no querría ignorar
Ni la forma de tus labios, ni tu paso al caminar
Ambos, cual anzuelos, hipnóticos y perfectos
Me harán caer pronto, presa fácil de tus secretos.

No tienes nada que envidiar ni a la luna ni a las estrellas
Ni a las musas, ni a las hadas, ni a la modelo perfecta;
Ni al mismísimo arcoíris, ni a la mismísima aurora
Porque lo más bello en la tierra eres tú, aquí y ahora.