domingo, 24 de julio de 2016

Que desespero

Que desespero saber
Que si me miras me muero
Que si sonríes me pierdo
Que si me esperas, te espero.

Que desespero saber
Que nunca seré suficiente                                                                 
Que serás omnipresente
En mi alma y en mi mente.

Que desespero verte y flaquear
Que a veces no me quieras ni hablar
Que destroces mis murallas,
Que esta historia no tenga un final

Que desespero tu intermitencia
Que desespero tu falta de valor
Que desespero que me uses cuando quieras
Que desespero que me vea con vos.

Que desespero tu sonrisa,
Que hasta a las estrellas les da envidia
Que me muestra el mismo cielo
Y le da sentido a mi vida

Que desespero que en tus ojos
Habiten constelaciones
Que en cada mirada despistada
Brille la luna anhelada

Que desespero, te digo
No entender cómo me afecta tu cuerpo
-Tu olor, tu rostro y tu cabello-
Que me domina por completo

Que desespero imaginar
Tus labios delicados
Posados, distraídos,
Suavemente sobre los míos.

Que desesperante es pensar
Que soy un objeto a ganar
Un premio que dará la vida
Por no portarse nunca mal

Que desespero saber
Que nunca seré suficiente
Que no superaré el miedo
Que no podré tenerte.

sábado, 23 de julio de 2016

Juguemos

Juguemos a tener
Un amor prohibido
De esos que existen en los libros
De los que hay en cuentos, películas y poemas
De los que hay cruzando la acera

Juguemos a tener
Un amor que no sea
Ni meloso ni intermitente
Que mate de envidia a la gente

Juguemos a tener
Un amor disparatado
En el que te olvides del pecado
Para quedarte a mi lado
Esta noche de verano

Juguemos a ser amantes
A ser más hermosos que las letras de Cervantes
Juguemos a quedarnos juntos
Hasta que algún profeta le acierte al fin del mundo

Juguemos a ser 
Más que Romeo y Julieta
Soñemos con ser
Una pareja perfecta

Juguemos a ser
Más humanos que nunca
Con defectos, con manías, sin mesura
¡Que no importe la estatura!

Juguemos a querernos,
A amarnos sin hacer ruido
A besarnos y sellar
Nuestro amor prohibido

Juguemos a tener
Un amor prohibido
Juguemos a querernos
Como hacen los bandidos.

Juguemos al escondite
Y escóndete tú conmigo
Aprovechemos este despiste
Consumemos este delito.

jueves, 21 de julio de 2016

Y qué más da.

¿Y qué más da
Si quiero poner
Mis labios
En tu piel?

¿Y qué más da
Si quiero saber
Cómo se siente
Rozar piel con piel?

¿Y qué más da si tus ojos son azules
O grises, o verdes,
Y los míos café
si con ellos te puedo ver?

¿Y qué más da si quiero recorrer
lentamente
Con mis manos
Cada centímetro de tu ser?

¿Y qué más da si quieres morder
Arañar,gemir o gritar,
Si quieres mi espalda
Con tus uñas marcar?

¿Y qué más da si mi cabello
No es similar al tuyo
si al final del día
se van a mezclar?

¿Y qué más da
si quieres reposar
tu boca en mi cuello
y mis labios saborear?

Y qué más da
Amor mío, qué más da
Sentir que te amo de más
Si vos también me vas a amar.

domingo, 17 de julio de 2016

Llueve

Llueve.

Hoy llueve, hoy llovió.

¿Qué más da si la lluvia está presente o ya pasó?

Las calles están mojadas. El frío cala hasta los huesos. Miro por la ventana. Comienzan a encender las luces en las casas, las farolas en la calle les hacen eco.

Hoy llueve. Hoy llovió.

 El aire tiene un olor único, característico. A pesar de llegar el ocaso, las aves cantan como si fuera el amanecer.

A veces la lluvia evoca tristeza. A veces la lluvia evoca belleza.

¿Qué más da si la lluvia está presente o ya pasó?

Hoy llueve, hoy llovió.

A veces, como hoy, incluso entre la lluvia brilla el sol.

Igual que las aves, para mí amaneció. El sol se abre paso, la primavera sucede al invierno.

Al fondo suena Copenhague.

Después de la tormenta, la calma. La tempestad da paso al silencio, y el silencio, al reinicio. Así es la vida.

¿Qué más da si la lluvia está presente o ya pasó?

Al final, siempre sale el sol

viernes, 8 de julio de 2016

Arreboles pastel

No son siquiera las seis
Y el cielo se viste de arreboles pastel.

Rojos, rosas, naranjas y amarillos,
llevan alegría al corazón de un niño.

Celestiales motas de amarillo
Acercan la luz a cada piso
Que las motas color naranja
Ya han llevado a cada ventana

El gris da paso al azul
Y el pastel da paso el blanco
Me pregunto si habrá aquel
Que no ame los arreboles pastel

lunes, 4 de julio de 2016

Hace rato no te escribo

Sí, a vos.

A vos, que ya no me leés.

A vos, que me sacabas sonrisas cada que hablábamos.

A vos, a quien quise e incluso amé, por quien hubiera dado la vida, hace rato no te escribo. Dejé de escribir, es cierto, pero dejé de escribir porque vos dejaste de responder.

A veces me pregunto cómo estás. Si estás bien, si sos feliz. Si cuando te ves en el espejo decís "Sí, estoy donde quiero estar", o si corrés y llorás. Solías ser buena para eso, para esconderte de vos misma.

Quizás aún lo seas.

No te lo voy a negar, me sigue doliendo que te hayás ido. ¿Para qué? Es obvio que lo hace. Si no, no escribiría estas líneas, no pensaría en vos a ratos. No te añoraría como lo hago.

¡Es que que fuera nostalgia, mujer! ¡Pero no lo es! No puedo recordar un momento bueno con vos sin sentir dolor, ¡ninguno!

Ninguno...

Ninguno, ¿y sabés por qué? Porque te amé.

Sí, a vos. Y vos lo sabías.

Te amaba con locura. Me soñaba a tu lado, despertando y preparándote un desayuno que terminarías comiendo frío porque siempre dormís hasta tarde. O dormías. Ya no sé...

Soñaba con infinitos clichés, con lo más cursi, lo más dulce... soñaba con vos.

Soñaba con que escribiría un libro y te lo dedicaría.

Soñaba, mujer.

Pero el dolor... ¡y que fuera poco! ¡Que fuera poco y pudiera obviarlo! Pero vos sos una espina, un dardo, que te dio por quedar enterrada al lado del corazón, de donde sacarte me mataría y dejarte me hiere.

Una espina... Supongo que es apropiado. Siempre quise darte una rosa... Heh, así nos conocimos, con una rosa. Flores malditas y hermosas, ¿verdad?

Mi primer regalo para vos fue una rosa, y también el que nunca te dí, y que quizás nunca te daré, era otra. Te di dulces, libros, risas, ¡hasta balas!, pero no pude regalarte ésa última rosa.

A veces intento dejar de pensar en vos. En quién sos y qué significás para mí. O significaste. Dejarte guardadita en un rincón de la memoria. Guardada porque aunque quiera, no puedo sacarte. Por eso sigue ahí el separador que me diste, acurrucado al lado de la Maga, porque no puedo verlo sin pensar en vos; por eso no leo a Cortázar, porque sos vos en él, no es él quien habla. Sos vos... Sos vos como sos vos en la poesía que alguna vez escribía y no puedo ni mirar...

Me pregunto si realmente, en algún momento, te dejé de amar.

Pensar en vos es un suplicio. Por eso mismo es que hace rato no te escribo.