Efímero, como tu presencia, así es la hermosura.
Efímero, porque ni siquiera en el recuerdo permaneces concreto.
Esquivo, como eres, vas y vienes
Obedeciendo, como siempre
Sólo a tu parecer.
Efímero y hermoso, visitas orgulloso,
Y pintas el cielo de rojo
Efímero y hermoso,
Mi querido arrebol orgulloso;
Efímero, como tu presencia, así será éste poema.
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