Think of me
Think of me fondly
When we've said goodbye
Remember me
Once in a while
Please promise me you'll try
Sostenía una carta manuscrita con una caligrafía impecable, plasmada en un papel de aspecto añejo, la tinta negra siendo atacada ferozmente por las lágrimas que escapaban de su rostro y se abalanzaban hacia las letras indefensas. Las manchas de café en las esquians de la hoja solo reforzaban el dolor que sentía.
Con el dorso de su mano trató de limpiar su rostro. A lo lejos, un relámpago iluminaba el cielo de media tarde, y pocos segundos después, vino el trueno.
En su mano izquierda, debajo del papel amarillento, había uno lívido, con letras impresas. Un saludo formal, y un logotipo con un escudo de armas bastaban para informar que no serían buenas noticias.
Habían entregado las cartas juntas.
Recall those days
Look back on all those times
Think of the things we'll never do
There will never be a day
When I won't think of you
Ella nunca entendió su decisión. Nunca la aceptó. Eso no cambió el resultado. Pensó en todas las promesas, las lágrimas, las alegrías, los regalos, en todo lo que paso´en su relación. En que nada lograba cambiar sus opiniones. Ni siquiera el amor profundo que sentían el uno por el otro.
Otro relámpago, otro trueno.
No tenía que leer la carta blanca para saber qué decía. Pero sentía la necesidad de hacerlo. De entender por qué ella. Por qué a ella, específicamente.
Flowers fade
The fruits of summer fade
They have their seasons
So do we
But please promise me that sometimes
You will think of me
Un último trueno, y una rápida sucesión de gotas gigantes y gélidas cayeron sobre la calle, y sobre ella. Miró al cielo, desconsolada. Entendió que lloraba con ella.
Buscó un techo bajo el cual refugiarse, abrió la carta blanca, y confirmó sus sospechas.